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CONOCIMIENTO DE LA PIEL
​Y COSMÉTICA


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PROTECCIÓN SOLAR Y CONSEJOS DE PREVENCIÓN SOLAR

LA PROTECCIÓN SOLAR

La melanina se constituye por dos tipos de pigmentos: la eumelanina y la faeomelanina.
La eumelanina es característica de las pieles negras, absorbe un 90% de los UVB, es más protectora que la faeomelanina que es característica de las pieles rosadas. La síntesis de estos dos tipos de pigmentos se determina genéticamente y configura la definición del fototipo de la persona.

La fotoprotección natural

La piel dispone de sistemas naturales de defensa que permiten hacer frente a las agresiones del sol. Estas defensas son principalmente ejercidas por la capa córnea y la melanina; también el espesor de la epidermis y la aparición del bronceado, generado por dosis moderadas de UVB, que constituyen una protección importante contra las radiaciones posteriores. Se estima que la protección natural se multiplica también con un factor que va de 5 a 10.
Otras moléculas naturales, aportadas la mayoría de las veces por la alimentación, participan favorablemente en la fotoprotección:
  • Los carotenos: Su  estructura química les permite neutralizar los radicales libres.​​​
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  • La vitamina C: Aportada por una alimentación rica en frutas y legumbres, es necesaria para mantener una buena inmunidad y aumento de la proliferación de los linfocitos, estimulando así la producción de anticuerpos.​​
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  • La vitamina E: Puede neutralizar la forma particularmente activa del oxígeno (radicales libres) con un fuerte poder oxidante, por lo tanto tiene una acción anti-oxidante.
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Cuando nacemos, cada individuo dispone de un capital solar, es decir, de un número de horas de exposición solar sin riesgo de aparición de daños cutáneos. Como prevención, es necesario protegerse del sol y en particular proteger a los niños que tienen la dermis más fina, la melanogénesis limitada y la película hidro-lipídica de la capa córnea inexistente.
Se estima el capital solar de unas 50000h para una piel clara y de 150000h para una piel mate.

 
La fotoprotección de filtros solares

Existen dos familias de productos químicos foto-protectores:
  • Los filtros minerales: Son particularmente bien tolerados y resisten eficazmente largo tiempo sobre la piel.
  • Los filtros orgánicos o químicos: son moléculas complejas a base de carbono, que actúan absorbiendo la energía de las radiaciones UVB y/ o UVA.
Durante mucho tiempo, los productos solo protegían la piel completamente de los efectos de los UV, porque se ignoraba los efectos nefastos de los UVA. Los numerosos filtros UVB propuestos para los proveedores no plantean ningún problema de estabilidad a la luz y son generalmente solubles en aceite. En cambio, la mayoría de los filtros UVA son inestables a la luz: tras su aplicación sobre la piel, el producto solar pierde rápidamente su eficacia.
Hoy en día, se encuentran filtros contra los rayos UVA y UVB. Estos productos se denominan protectores solares de "amplio espectro".
Para obtener una protección óptima a todos los efectos nefastos del sol, es entonces indispensable asociar dentro de las fórmulas de productos solares:
  • Filtros orgánicos UVA combinados con moléculas permitiendo estabilizarlos.
  • Filtros orgánicos UVB, fotoestables.
  • Agentes minerales que van a contribuir a la protección frente a los UVA y a los UVB.
  • Un agente resistente al agua que permita con filtros resistir al agua y al  sudor, o una fórmula resistente al agua tipo emulsión de agua en aceite, por ejemplo.
 
Los índices de protección: Los SPF

El nivel de protección contra el eritema (el eritema está aliado en más del 80% con los UVB) es expresado por el Factor de Protección Solar (FPS o SPF en inglés o IP Índice de Protección) cuya medida es estandarizada por las normas principalmente europeas y americanas.
El factor de protección solar o índice de protección solar indica cuanto tiempo más un fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a quemarse una persona, usando un producto de protección frente a un eritema o enrojecimiento de la piel previo a la quemadura. Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2.5 horas).
Existen diferentes escalas para la valoración de la protección solar, en función de la zona del espectro de la cual protegen.
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Puntos importantes:

  • Un SPF más elevado permite permanecer más tiempo al sol sin la aparición de eritema pero no protege más intensamente.
  • Un índice de 90 o 100 no es tres veces más protector que un índice 30 porque la escala de los SPF no es lineal.
  • El factor de protección máxima necesario para las pieles más sensibles en verano está estimado en  32: un efecto durante una jornada de sol en una piel no puede subir más de 32 veces la dosis de radiación solar que hace aparecer el eritema sobre una piel sensible no protegida (10 minutos *32 = 320 minutos = 5h20minutos. Esta es una de las razones por las que la legislación está en trámites de evaluar como límite el  SPF 30+.
  • Para conseguir unos valores de SPF muy elevados, es indispensable utilizar una combinación de más filtros, a concentraciones elevadas, y esto aumenta los riesgos de intolerancia cutánea.
 
PREVENCIÓN SOLAR: CONSEJOS

  • El sol no debe tomarse entre las 11 AM y las 3 PM porque a estas horas es más intenso, ya que los rayos inciden perpendicularmente. Cuando vamos a la playa o sencillamente tenemos actividades al aire libre es mejor hacerlas a primera hora de la mañana o después de las 3 PM.
  • Incluso en días nublados, frescos o encapotados, los rayos UV atraviesan las nubes y se reflejan en la arena, el agua e incluso el cemento. Las nubes y la contaminación no filtran los rayos UV, y pueden dar una falsa sensación de protección. Este "sol invisible" puede provocar quemaduras solares inesperadas y lesiones en la piel.-
  • Puesto que los bebes tienen la piel más fina y contiene menos melanina, su piel se quema más fácilmente. No se debe aplicar crema de protección solar a los bebés de menos de 6 meses, de modo que se deben mantener fuera del alcance del sol siempre que sea posible. En situaciones al aire libre, vestirlo con prendas que le cubran el cuerpo completamente, incluyendo gorras con amplias viseras para ensombrecerle la cara. Utilizar una sombrilla para mantenerlo a la sombra.
  • Tenga en cuenta que todos los niños necesitan una protección extra contra el sol. La Academia Americana de Dermatología recomienda que todos los niños -independientemente de su tono de piel- lleven un protector solar con FPS de 15 o superior. A pesar de que las pieles oscuras tienen más melanina protectora y se broncean más fácilmente de lo que se queman, recuerde que el bronceado también es un signo de lesión cutánea provocada por el sol. Los niños de piel oscura también pueden sufrir quemaduras solares dolorosas.
  • Las cicatrices de granos, espinillas o rasguños pueden dejar manchas si se exponen al sol constantemente. Si hay cicatrices es importante protegerlas del sol.  
  • No usar productos con alcohol en el sol. Estos productos incluyen algunos cosméticos y sobre todo perfumes. En exposiciones directas al sol, es preferible aplicar los perfumes debajo la ropa o no usarlos.
  • Una de las mejores formas de proteger a la familia de los efectos nocivos del sol es cubrirles la piel con prendas que no dejen pasar los rayos UV. Asegurarse de que las prendas elegidas bloquearán el paso de los rayos UV colocando la mano dentro de cada prenda y comprobando que no puede ver la mano a través de la prenda.
  • Aplicar el producto unos 30 minutos antes de llegar al lugar donde se va a producir la exposición al sol para que se pueda formar una buena capa de protección sobre la piel. No descuidar los labios, manos, orejas, pies, hombros y detrás del cuello. Levantar las tiras del bañador y aplique protector solar debajo  (por si se desplazaran o cayeran con el movimiento).
  • Durante el baño y nadando, se recomienda usar un protector solar a prueba de agua (waterproof).   Pero hay que recordar que nada es 100% a prueba de agua por lo que hay que volver a aplicarlo después.  
  • Si en la playa se siente irritación en la piel, hay que retirarse del sol y aplicarse una crema calmante.  
  • Si hay quemaduras de sol se deben de tratar inmediatamente. Si las quemaduras de sol no son tratadas a tiempo, continúan actuando por casi 24 horas después. Es decir, los efectos del sol siguen quemando la piel por 24 después de dejarlo de recibir.      
  • Las manchas en la piel no son 100% evitables pero tampoco son infalibles y con los cuidados adecuados se pueden prevenir sobre todo si hay predisposición.
  • Los clientes que viajan, deben considerar que se precisa una protección extra en países cercanos al Ecuador, donde las radiaciones solares, al incidir más perpendicularmente, son más fuertes, y en las grandes altitudes, donde la capa de aire y nubes es más fina, lo que permite que atraviesen la atmósfera más rayos UV nocivos.
  • Tener mucho cuidado con los días nublados (no hace calor, pero un alto porcentaje de las radiaciones solares llegan a la piel).
  • También, aunque sea invierno, esquiar, ir a la montaña, o jugar con la nieve, requiere la aplicación de abundante crema de protección solar; los rayos UV se reflejan tanto en la nieve como en el agua, lo que incrementa las probabilidades de quemaduras solares.
  • La exposición solar lesiona tanto la piel como los ojos. Incluso exponerse al sol durante solo un día puede provocar que se quemen las córneas (la membrana más externa y transparente que cubre el ojo). La exposición acumulada puede provocar, a la larga, cataratas (una opacidad progresiva del cristalino que, si no se opera, puede desembocar en una ceguera). La mejor forma de protegerse los ojos de los efectos nocivos del sol es ponerse gafas de sol, aunque no todas las gafas de sol proporcionan el mismo nivel de protección contra los rayos ultravioletas; las gafas de plástico o cristal oscurecidas sin filtros especiales UV se limitan a engañar al ojo dándole una falsa sensación de seguridad. Utilizar solamente aquellas gafas en cuyas etiquetas figure que proporcionan una protección UV del 100%.
  • Conforme va aumentando la melanina en respuesta a la exposición al sol, la piel se va bronceando. Pero incluso ese bronceado de aspecto "saludable" puede ser un indicador de lesión cutánea provocada por el sol. El riesgo de lesión aumenta con la cantidad e intensidad de la exposición. Aquellas personas que se exponen crónicamente al sol, como los agricultores, ganaderos, pescadores y la gente que toma habitualmente el sol, tienen un riesgo mucho mayor.
  • Algunos medicamentos aumentan la sensibilidad de la piel a los rayos UV. Consecuentemente, incluso personas cuya piel no es proclive a las quemaduras solares, pueden desarrollar graves quemaduras solares tras pocos minutos de exposición cuando se están medicando con determinados fármacos. Asegurarse sobre todo si se trata de un antibiótico o de medicamentos para el acné, que no incremente su sensibilidad al sol. En caso afirmativo, adoptar medidas de protección solar adicionales mientras dure el tratamiento. La mejor protección consiste sencillamente en cubrirse la piel o quedarse no exponerse al sol, ya que hasta los protectores solares con FPS más altos pueden ser insuficientes para proteger la piel de la sensibilidad al sol provocada por ciertos fármacos.
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